jueves, 18 de junio de 2009

Neologismo

Un Neologismo es una palabra nueva que aparece en una lengua, ya sea procedente de otra lengua o de nueva creación. La creación de neologismos se produce por modas y necesidades de nuevas denominaciones. Desde el punto de vista del purismo, hay neologismos innecesarios, como los que alargan las palabras convirtiéndolas en archisílabos, pero también hay otros neologismos necesarios como "bonobús" o "seropositivo".
Hoy en día, los
medios de comunicación son los principales propagadores de los neologismos y los préstamos lingüísticos. Algunos de estos términos tienen una vida efímera.



Extranjerismo



Un extranjerismo es cualquier vocablo o expresión que un idioma toma de otro idioma, generalmente para llenar un vacío de designación. Puede mantener su grafía y pronunciación originales o puede adaptarlas a las de la lengua meta.
Los extranjerismos son un caso especial de
préstamo lingüístico. Éste último término también sirve para designar no sólo la adopción de palabras sino también de estructuras gramaticales.

Clasificación por su origen. [editar]
Al préstamo del
latín sin apenas cambios se le denomina cultismo. Al préstamo tomado del francés, se le denomina galicismo; al del inglés, anglicismo; al del alemán, germanismo; al del griego, helenismo; al del italiano, italianismo; al del árabe, arabismo; al del neerlandés, neerlandismo; al del portugués, lusitanismo; al del catalán, catalanismo, al del gallego, galleguismo. Los extranjerismos existen en todas las lenguas ya que de esa manera se enriquecen y llenan sus vacíos de designación y pueden aludir así a objetos, costumbres o realidades nuevas, importadas o no naturalizadas en una cultura, por ejemplo el anglicismo strip-tease; no obstante, según el purismo lingüístico, cuando se introducen sin necesidad existiendo ya un término o términos para la realidad que se designa, la lengua de hecho se empobrece y desnaturaliza. Así, por ejemplo, se usa el anglicismo (o galicismo) chance(típico de latinoamérica, en la península es muy extraño) cuando existen en castellano los sinónimos "oportunidad" o "posibilidad".

Clasificación por su forma [editar]
Préstamo léxico: Se incorpora al
idioma receptor la morfología y el significado de una palabra perteneciente a otra lengua extranjera. Esta adopción implica una adaptación de la pronunciación original y casi siempre de la representación ortográfica. Por ejemplo del inglés scanner al castellano escáner. De football a fútbol. De whisky a güisqui, aunque esta forma ortográfica es muy poco usada. De jazz a /yas/ conservando la ortografía original. Si se reproduce respetando enteramente tanto su sonido como su escritura, se denomina xenismo.
Préstamo semántico: Cuando una misma palabra existe en dos idiomas, y en la imitada posee un significado o acepción que en la otra no existe, y se copia esa acepción o significado en la lengua que no lo posee, se está realizando un préstamo semántico, por ejemplo, la palabra ordenador ya existía en español, pero no con el significado de "ordenador personal", este cambio semántico procede del francés (ordinateur), si bien el uso de la palabra "ordenador", en ese sentido, no es común a todos los hispanohablantes, ya que según los países, también se utilizan los términos "computador" y "computadora", que son anglicismos.
Calco semántico: Se incorpora el significado de una palabra extranjera traduciéndola; por ejemplo, el kindergarten alemán se traduce por la expresión "jardín de infancia", o los franceses calcan la "olla podrida" española mediante su expresión pot pourrí, que a su vez vuelve al castellano como el préstamo léxico popurri. Según el
purismo lingüístico, algunos calcos son auténticos barbarismos, es decir, calcos viciosos de construcciones o significados no naturalizados en el idioma que habría que evitar.

Evolución histórica de la introducción de extranjerismos en idioma español [editar]
La introducción de extranjerismos suele y ha solido corresponder a distintas modas y épocas; durante los siglos de la invasión musulmana en la
Edad Media española, por ejemplo, se incorporaron numerosos arabismos, así como galicismos a través del Camino de Santiago; durante el Renacimiento, por el contrario, se añadieron no pocos italianismos relacionados con las artes; durante el Siglo de Oro, por el contrario, fueron los vocablos españoles los que pasaron a distintos idiomas con el nombre de hispanismos, e incluso algunos vocablos que se habían transvasado al español desde las lenguas indígenas americanas. Luego, con el auge de Francia y de todo lo francés en el siglo XVIII, se introdujeron en el castellano numerosos galicismos, relativos sobre todo a la moda y a la gastronomía. En el siglo XIX, siglo de la ópera, se introdujeron numerosos términos musicales del italiano, y al auge tecnológico de la Revolución industrial en Inglaterra y Alemania correspondieron los tecnicismos germánicos e ingleses. Durante el siglo XX, por el contrario, la avalancha de anglicismos aumentó a causa de la pujanza de los Estados Unidos, los relativos a la tecnología (la informática, sobre todo), la economía y el entretenimiento (cinematografía y deporte, sobre todo).
En el ámbito hispánico, sin embargo, hay que decir que la recepción de los extranjerismos por parte de las
repúblicas hispanoamericanas y por parte de España ha sido muy diferente por los condicionamientos de vecindad geográfica y cultural; así, por ejemplo, Hispanoamérica es especialmente susceptible a los anglicismos, mientras que España es particularmente proclive a los galicismos y los préstamos de otras lenguas peninsulares, como el catalán, el gallego y el vasco.

Regionalismo


La palabra regionalismo puede referirse a varios conceptos: Concepción ideológica por la que, aun aceptando la existencia de una comunidad política superior cristalizada en la nación, se pretende la defensa específica de una parte de ésta que se distingue por su homogeneidad en lo físico y cultural.
los propósitos regionalistas más esenciales son La adecuación de la acción estatal a las necesidades locales; un mayor acercamiento de los ciudadanos a la gestión del Estado; la supervivencia y promoción de las costumbres propias; y, en las regiones atrasadas, la consecución de una justa redistribución de la renta nacional que mejore sus condiciones económicas y sociales.
Para conseguir estos objetivos, a diferencia de lo postulado por el nacionalismo periférico, los regionalistas no cuestionan la unidad nacional, pero sí propugnan la descentralización de forma que se adapte la actividad de los poderes públicos a las condiciones concretas de las distintas zonas.
Regionalismo es una doctrina política que defiende la distinción de una región dentro de un Estado, sin reclamar la completa independencia como haría un partido nacionalista.
Regionalismo es también una corriente arquitectónica cercana al eclecticismo que glosa y sintetiza algunos aspectos de las distintas arquitecturas regionales de España o de otros países. Algunos de los regionalismos existentes son: Regionalismo Español, Regionalismo Latinoamericano, Regionalismo Europeo.
Regionalismo historicista en Andalucía: Movimiento arquitectónico andaluz.
Regionalismo es una forma de hablar en diferentes paises